En una reciente reunión pública en Virginia, el senador de Vermont y aspirante a la presidencia, Bernie Sanders, se convirtió en el primer candidato en el escenario nacional en apoyar abiertamente la eliminación de la marihuana de la lista de drogas peligrosas del gobierno federal. Amber Phillips del Washington Post sugiere que eventualmente podríamos llegar a ver el discurso de Sanders del 28 de octubre de 2015 como un punto de inflexión en la historia de nuestra nación. Lee la historia completa aquí.
Solo el tiempo dirá si la predicción de Phillips es correcta, pero es importante no confundir la creciente aceptación pública (el 58% de los estadounidenses, según una encuesta reciente de Gallup) con el estatus legal formal. Es posible que la despenalización de la marihuana en Estados Unidos esté en el horizonte, pero ciertamente no está en los libros. El estado de Indiana (así como el gobierno federal) continúa clasificando la marihuana como una sustancia controlada de Clase I, lo que significa que supuestamente tiene un alto riesgo de abuso potencial y no tiene un uso médico aceptado.
Las drogas de Clase I son, legalmente hablando, lo peor de lo peor. Otras sustancias en esta categoría incluyen la heroína, el éxtasis y el LSD. La marihuana se considera oficialmente más peligrosa que la cocaína, la metanfetamina y la oxicodona, todas las cuales se consideran narcóticos de Clase II.
Para ser claro, el senador Sanders no está abogando por algo tan radical como la legalización a nivel nacional, sino más bien por la exclusión de la marihuana de la lista federal. Esto permitiría a los estados experimentar con políticas de marihuana sin temor a la interferencia de la Agencia de Control de Drogas. Por lo tanto, incluso si Sanders lograra su objetivo, sería completamente posible que los habitantes de Indiana sigan insistiendo en que la marihuana es una droga peligrosa y merece su estatus de Clase I junto a la heroína. La percepción pública es importante, pero no equivale a la ley vigente, y la rueda de la justicia gira lentamente.
Independientemente de tus opiniones sobre los efectos de la marihuana en el cuerpo, es peligrosa, incluso porque su posesión puede llevarte a la cárcel. Colorado puede representar un mundo nuevo y valiente, pero aún vivimos en Indiana.
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