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El mejor momento para contratar a un abogado de defensa criminal es antes de que lo necesite. Las personas que están bajo investigación, creen que están siendo investigadas o han sido contactadas por policías o detectives, deben involucrar a un abogado lo antes posible. Un abogado puede hacer varias cosas desde el principio, incluyendo:

  • llamar al detective o fiscal que está investigando,
  • intentar determinar los cargos o la posible exposición, y
  • verificar los montos de fianza.

¿Interrogado o investigado por la policía?

Si está siendo interrogado o investigado por la policía, necesita un abogado que lo guíe y lo asista. Lo último que desea es hacer algo que la policía pueda usar en su contra.

Por ejemplo, no responder de manera veraz a una pregunta del oficial es ilegal. Eso significa que si está hablando con la policía mientras está demasiado cansado o no está pensando con claridad, podría estar cometiendo actos criminales adicionales. Si está siendo investigado y no tiene un abogado involucrado, solo se está perjudicando, no cooperando.

En el peor de los casos, si se presentan cargos, su abogado podría negociar su entrega. Entregarse en una comisaría es mucho mejor que tener a los oficiales derribando su puerta y arrestándolo frente a su familia y vecinos.

¿Se contempla la inmunidad?

Si no es el objeto de la investigación, pero la policía está investigando a otra persona que no es usted, podría negociar la inmunidad a cambio de su cooperación. Sin embargo, esto debe acordarse con el fiscal, no a través de la policía. Los policías no tienen autoridad para otorgar inmunidad a alguien frente a un enjuiciamiento.

Los abogados de Marc Lopez Law Firm no quieren que nadie tenga que lidiar con ser investigado o enfrentar cargos criminales. Si está enfrentando cargos criminales, necesita contratar a un abogado inteligente y experimentado que pueda tratar de minimizar el impacto en su vida.

Si tiene alguna pregunta sobre cuándo contratar a un abogado de defensa criminal, llámenos al 317-456-7942 y recuerde: ¡siempre invoque la Quinta Enmienda!