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En Estados Unidos, la Primera Enmienda de la Constitución protege la libertad de expresión de cada ciudadano. Cuando leemos las palabras “el Congreso no promulgará ley alguna que restrinja la libertad de expresión”, es tentador tomarlas tal como están. Sin embargo, ninguna libertad está exenta de límites.

El discurso por sí solo puede meterte en problemas con la ley, dependiendo de las palabras que uses y a quién se las dirijas. Aquí tienes cuatro escenarios en los que decir lo incorrecto en el momento equivocado puede llevar a un cargo criminal.

  1. Conducta Desordenada

La conducta desordenada se suele presentar con mayor frecuencia cuando ha tenido lugar una pelea física, pero el Estado también puede aplicarla a una persona que haga ruido de manera irrazonable y continué haciéndolo después de que se le pida que se detenga. Esto crea una especie de área gris en la ley.

El discurso político está protegido, lo que significa que tienes derecho a criticar la conducta de un oficial. Sin embargo, otras clases de discursos, como la obscenidad y las palabras ofensivas, no gozan de protección de la Primera Enmienda. Entre ejemplos obvios de discursos protegidos (cuestionar educadamente las motivaciones de un oficial) y conducta desordenada (gritar repetidamente palabrotas e insultos de manera disruptiva), existen casos difíciles.

¿Qué sucede cuando tu discurso político incluye lenguaje obsceno? ¿Dónde está la línea divisoria entre el ruido razonable e irrazonable? Casos como estos siempre dependen de los hechos específicos y, nuevamente, esta es una área gris en la ley. En general, no es una buena idea seguir gritándole a un oficial de policía después de que te haya pedido que te detengas.

  1. Falsas Denuncias

Las falsas denuncias son otro ejemplo de discurso potencialmente criminal. La ley en cuestión criminaliza muchos tipos diferentes de informes falsos, como amenazas de bomba, alarmas de incendio, niños desaparecidos, pero también establece explícitamente que una persona que hace un informe falso de la comisión de un delito o proporciona información falsa en la investigación oficial de la comisión de un delito, sabiendo que el informe o la información son falsos, comete una falsa denuncia, un delito menor de Clase B.

Si la policía está llevando a cabo una investigación, proporcionarles información que sabes que es falsa es en sí mismo un delito. Si piensas que esto suena ridículo, recuerda que Martha Stewart no fue a la cárcel por operaciones bursátiles ilegales, sino por mentir a los investigadores sobre operaciones bursátiles ilegales. No mientas a la policía, especialmente cuando no estás obligado a decir nada en absoluto.

  1. Intimidación

El lenguaje amenazante no califica a menudo como discurso protegido. La intimidación ocurre cuando comunicas una amenaza a alguien con la intención de:

  • Coaccionar a la persona amenazada para que haga algo en contra de su voluntad.
  • Colocar a la persona amenazada en temor de represalias por un acto lícito previo.
  • Causar la evacuación de una vivienda, edificio o vehículo.

Si alguien llama al 9-1-1 y hay otra persona en el fondo diciéndole al hablante que cuelgue el teléfono o sufrirá las consecuencias, eso es intimidación. También es intimidación si una persona detenida en la parte trasera de un coche de patrulla comienza a amenazar al oficial de arresto y a su familia. Prometer violencia futura contra tus enemigos percibidos generalmente no es una gran estrategia.

  1. Responsabilidad del Cómplice

La ley de responsabilidad del cómplice de Indiana establece que un cómplice en un delito es igual de culpable que el actor principal. Bajo esta ley, una persona que ayuda, induce o causa conscientemente o intencionadamente a otra persona a cometer un delito, comete ese delito.

Esto significa que incluso si solo actuaste como conductor del vehículo de escape, el Estado de Indiana aún te considera un ladrón de bancos. Además, los tribunales de Indiana han sostenido que la responsabilidad del cómplice puede basarse en el aliento. Es decir, aconsejar a alguien para cometer un delito puede ser suficiente para que te acusen como cómplice. El discurso que probablemente incitará a una acción ilegal inminente no está protegido por la Primera Enmienda.

Toma la Decisión Correcta

Es ingenuo pensar que las palabras nunca pueden hacerte daño, especialmente cuando la policía está involucrada. Elige tus palabras con cuidado y háblalas con precaución. Si tienes alguna pregunta sobre si cierto discurso podría ser considerado criminal, los abogados del Bufete de Abogados Marc Lopez están aquí para ayudarte.

Llámanos al 317-456-7942 y recuerda, ¡siempre invoca la Quinta Enmienda!