Una orden de no contacto es algo impuesto por un tribunal penal, y significa que no se te permite tener ningún contacto con la persona o personas mencionadas en la orden. No contacto significa ni contacto directo ni indirecto. Se te prohíbe:
- llamar a la persona
- mandar mensajes de texto a la persona
- presentarte en el lugar de trabajo de la persona
- hacer que un tercero entregue mensajes por ti
- Encuentros Inesperados
Si eres objeto de una orden de no contacto y la persona con la que no se te permite contactar aparece repentinamente en tu presencia, estás obligado a irte. Esto puede parecer injusto y puede significar abandonar un carrito lleno de compras, pero permanecer en la misma dirección que la persona casi con certeza te pondría en violación de la orden de no contacto.
Si haces esto, la persona tiene todo motivo para notificar al Estado que no estás cumpliendo con una orden judicial. Esto puede resultar en más cargos criminales.
Invasión de la Privacidad
Si la persona con la que no se te permite contactar se queja de tu comportamiento, esto puede traducirse en un cargo por invasión de la privacidad. Esto no es simplemente una violación de las condiciones previas al juicio, es un caso criminal completamente nuevo.
La invasión de la privacidad comienza como un delito menor de Clase A, que conlleva una pena máxima de 365 días de cárcel y una multa de $5,000. Si tienes una condena previa por invasión de la privacidad, puedes ser acusado de un delito grave de Nivel 6, que conlleva una pena máxima de dos años y medio de prisión y una multa de $10,000.
Anular una Orden de No Contacto
Si deseas que se modifique o levante por completo una orden de no contacto, será necesario una audiencia. El tribunal querrá recibir testimonios de ambas partes y, después de esto, el juez decidirá si la orden permanece vigente.
Toma la Decisión Correcta
Si deseas que el juez reconsidere una orden de no contacto que está actualmente en vigencia, no lo hagas por tu cuenta. Llama al despacho de abogados Marc Lopez al 317-456-7942 y recuerda ¡Siempre invoca la Quinta Enmienda!