Cuando eres un abogado de defensa penal, ¡cada veredicto de NO CULPABLE es motivo de celebración! En un juicio, nada está garantizado. Incluso si has memorizado las reglas y formalidades procesales, un juicio penal es como actuar en una cuerda floja en vivo; nunca estás seguro de cómo saldrá, sin importar cuánto tiempo hayas pasado preparándote. En mi experiencia, la incertidumbre de todo esto hace que cada victoria sea aún más dulce.
En un caso complicado que nunca debería haber sido presentado, recientemente se acusó a un hombre de Indianápolis de dos cargos graves de imprudencia criminal con un arma letal. El arma en cuestión era una pistola de aire comprimido, y la única razón por la que el acusado la había llevado consigo a su porche delantero era porque había visto a un desconocido llegar a su propiedad y tocar a su perro. El acusado finalmente se enteró de que un empleado de una compañía de servicios públicos había venido a cortarle el agua al acusado y se había asustado por su perro. El nervioso trabajador de la compañía de servicios públicos luego llamó a control de animales, y fue un empleado de control de animales quien intentaba contener al perro del acusado. Ni el trabajador de servicios públicos ni el empleado de control de animales anunciaron su presencia o intenciones.
Una vez que se aclararon las identidades y motivaciones de todos, el acusado se dio cuenta de su error y ofreció disculpas, pero esto no fue suficiente para el Departamento de Policía de Lawrence. El acusado fue arrestado y pasó siete días en prisión. A pesar de que el Estado adoptó una postura agresivamente confrontativa, el acusado fue cooperativo, proporcionando a la policía imágenes del incidente de las cámaras de seguridad de su hogar. A pesar de su malentendido inicial y su posterior cooperación, el Estado decidió presentar cargos graves contra el acusado.
Después de un juicio de un día completo, se hizo justicia, y el acusado, cuyo gran crimen había sido correr a proteger a su perro, fue declarado NO CULPABLE de todos los cargos. Esto no significa que el Estado esté de acuerdo con que sus ciudadanos se apunten armas unos a otros, pero Indiana reconoce el derecho de una persona a defenderse, su vivienda y su propiedad. Incluso cuando hay un error involucrado, aún puedes reclamar la legítima defensa siempre y cuando hayas creído razonablemente que era necesario.
En conclusión, me gustaría recordar a todos que la ley de Indiana permite, algunos dirían que incluso fomenta, la legítima defensa. Cuando lo piensas, probablemente hay pocos momentos en los que es más importante intentar defenderte que cuando te enfrentas a la perspectiva de ser perseguido por el Estado. La policía no siempre tiene la razón, y los cargos criminales no siempre significan que eres culpable. Ya sea que te enfrentes a una amenaza inmediata y física o a un ataque basado en el proceso legal que amenaza tu libertad, no hay nada más relevante que estar dispuesto a defenderte.