Hoy en día, no es inusual encontrar artículos que exijan una mayor transparencia en el sistema de justicia penal. Sin embargo, un reciente artículo en Slate aborda el tema de la transparencia desde un ángulo que no involucra golpizas policiales ni cámaras corporales. Lee el blog completo de Rebecca Wexler aquí.
Wexler argumenta de manera convincente que es una idea terrible basar una condena penal en una prueba “científica” (piensa en análisis de ADN o incluso calibración de pistolas de radar) compuesta enteramente por un código de software secreto y propietario. ¿La razón? El acusado no tiene acceso al código secreto, “lo que lo deja libre para examinar al testigo experto del estado, pero no a la herramienta en la que se basó el testigo”.
Este enfoque puede brindar la máxima protección de propiedad intelectual a la empresa que vende exclusivamente a laboratorios de crímenes gubernamentales, pero también compromete los derechos del acusado bajo la Sexta Enmienda en virtud de la Cláusula de Confrontación. Francamente, este es un intercambio inaceptable.
Arthur C. Clarke escribió una vez: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Si estuvieras en juicio y el estado quisiera usar magia en tu contra, ¿no querrías al menos saber cómo funciona esa magia?
El abogado Marc Lopez sabe que no todos los resultados son precisos. Tiene años de experiencia atacando pruebas de sobriedad en campo administrado de manera incorrecta o defectuosa, y sabe algo sobre la “magia” relacionada con los casos de DUI. Si tú o un ser querido necesitan ayuda, llama al bufete de abogados Marc Lopez al317-456-7942.